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Ryan Reynolds confiesa que filtró Deadpool: así nació una de las sagas más exitosas de Marvel

El actor desvela que fue él quien filtró el vídeo de prueba de ‘Deadpool’ en 2014. Una acción que, en menos de 24 horas, llevó a que el estudio diese luz verde al proyecto.

Pocas veces una filtración ha tenido un final feliz, pero en el caso de Deadpool fue literalmente el comienzo. Ryan Reynolds acaba de admitir lo que muchos ya intuíamos: fue él quien “accidentalmente” colgó en internet el famoso test footage del Mercenario Bocazas en 2014.

¿Resultado? Una avalancha de apoyo online que obligó al estudio a mover ficha. Y 24 horas después, la película tenía luz verde. Si eso no es superpoder, que baje Stan Lee y lo vea.

Durante el Toronto International Film Festival 2025, Reynolds dejó de hacerse el sueco y lo dijo alto y claro: él fue quien filtró el vídeo de prueba que convirtió un proyecto congelado en una superproducción aprobada.

“Un imbécil lo filtra en internet y yo, ya sabes, mirando al tipo en el espejo mientras me cepillo los dientes, pienso: ‘¡Que has hecho, es un delito!’”

Ryan Reynolds

Ese “imbécil”, por supuesto, era él mismo. Y esa filtración fue lo que activó una reacción en cadena: internet se volvió loca, el fandom se movilizó, y en apenas 24 horas 20th Century Fox dio luz verde a una película que llevaba más de cinco años bloqueada en despachos.

En 2012 se grabó el test footage dirigido por Tim Miller y protagonizado por Reynolds, pensado para convencer al estudio de que un Deadpool fiel a los cómics funcionaría. No coló… hasta que alguien lo filtró en 2014.

La escena, completamente animada y con el tono irreverente que define al personaje, se volvió viral. Fue la prueba de que el público quería una versión R-rated del antihéroe más deslenguado del universo Marvel.

Un éxito monumental

Deadpool se estrenó finalmente en 2016 con un presupuesto de unos 58 millones de dólares —modesto para los estándares superheroicos— y fue un bombazo: más de 780 millones en taquilla mundial, convirtiéndose en la película R-rated más exitosa de la historia en su momento.

Más importante aún, Deadpool cambió las reglas del juego. Demostró que el público adulto también quería ver superhéroes fuera de la fórmula tradicional, con lenguaje explícito, violencia sin filtros y una buena dosis de sátira pop.

Desde entonces llegaron Deadpool 2 (2018) y próximamente Deadpool 3 (Deadpool & Wolverine) que lo integra por fin en el UCM. Todo eso, gracias a un vídeo colgado en internet “sin querer queriendo”.

Ryan Reynolds lo tenía claro: si querías algo hecho, a veces había que ensuciarse las manos… incluso si eso implicaba arriesgar una demanda. Lo suyo fue un acto de amor (y marketing de guerrilla) que terminó por cambiar la historia del cine de superhéroes.

Así que la próxima vez que alguien diga que una filtración es mala idea, recordad: a veces un clic ilegal puede hacer historia.

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