Iron Pact: Riri Williams, Mephisto y el legado de Doom

Mientras medio fandom sigue discutiendo si Kang sí o si Kang no, Marvel ha soltado una bomba silenciosa, de esas que solo explotan en la mente de los fans con memoria comiquera. Al final de Ironheart, entre las cicatrices de Riri Williams, la misteriosa capa ahora en su nueva armadura y ese tinte oscuro tras traer a su amiga de vuelta a la vida... parece que la joven genio ha hecho un pacto que no sale en las cláusulas de Stark Industries.

Y sí, hablamos de Mephisto. Ese diablo marvelita que lleva desde WandaVision jugando al escondite.

¿Qué guiño esconde la capa?

No es un accesorio cualquiera. La capa en la nueva armadura de Riri recuerda —demasiado— al traje de Infamous Iron Man, esa época gloriosa en la que Victor Von Doom decidió convertirse en el heredero de Tony Stark… a su muy siniestro modo.

En Infamous Iron Man, el vacío que deja Tony Stark no se llena con aplausos ni hologramas... se llena con un giro inesperado: Victor Von Doom colgando la capa de tirano y calzándose la armadura de Iron Man. Sí, como lo oyes. El tipo que ha peleado con todos —desde Reed Richards hasta su ego— ahora va por el camino de la redención. Quiere hacer el bien, detener villanos, meditar en castillos… pero claro, si eres Doom, el universo no te deja cambiar tan fácil.

Desde las sombras, Mephisto empieza a mover hilos, disfrazándose de Reed Richards y de la madre de Victor, porque claro, el diablo no pierde oportunidad para sabotear un alma en proceso de mejora. Y en ese caos infernal-tech se cruza ella: Riri Williams, Ironheart, la nueva protegida del legado Stark.

Riri aterriza en Latveria con dudas y con su armadura lista. Encuentra a Doom filosófico y con complejo de monje. Le pide explicaciones. Él le suelta una propuesta rarísima: “Dispárame”. Y lo hace. Porque claro, esto es Marvel. El impacto le provoca a Doom una visión donde ve a Tony Stark anciano, sabio y... místico. Plot twist: ciencia y magia en el mismo multiverso.

Doom cae inconsciente, SHIELD lo detiene, y cuando parece que todo ha terminado, aparece la madre de Doom (plot twist: es Mephisto otra vez) y lo saca de ahí para seguir manipulando la historia. Todo esto mientras Riri queda como testigo de que, a veces, incluso el peor villano puede intentar ser Iron Man... pero el infierno nunca se queda quieto.

Redención, engaños y una visión del futuro que huele a azufre y a magia con nanotecnología.

¿Y si todos los caminos llevan a Doom?

Ahora imaginaos una especie de mentor-antagonista dual. Porque claro, ¿quién mejor que Doom para enseñar a Riri a navegar los dilemas entre la ciencia y lo místico, entre el poder y la ética?

Y con Mephisto en medio, la moralidad no es gris: es rojo infernal.

Esto no solo traería a Doom de vuelta, sino que lo colocaría en el centro del tablero multiversal… otra vez. Y haría que Riri deje de ser solo “la heredera de Iron Man” para convertirse en la única capaz de negociar con demonios y no perder su humanidad. O perderla y recuperarla a su manera.