Freya Allan estuvo a punto de dejar The Witcher junto a Henry Cavill: así de cerca estuvo el adiós de Ciri

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El día que Freya Allan descubrió que el viaje cambiaba de rumbo

Freya Allan cuenta que fue informada de la salida de Henry Cavill solo un día antes de que la noticia se hiciera pública. Un margen ridículo para digerir algo tan decisivo. “Fue durísimo”, admite, y no es difícil imaginar por qué: la relación entre Cirilla y Geralt es el eje emocional de la saga, y esa conexión también se había consolidado entre los actores.

Por eso no sorprende que Allan rompiera a llorar. Para ella, Cavill era “una figura casi paternal”, un compañero que no solo había dado forma al brujo, sino que se había preocupado por mantener vivo el espíritu de los libros de Andrzej Sapkowski, defendiendo diálogos, matices y detalles que solo alguien profundamente entregado al universo podía pelear.

El gran “¿y si…?”: la tentación de dejarlo todo

Tras el shock llegó la duda. Freya Allan confiesa que dedicó un periodo considerable a imaginar su vida lejos de la serie. Por primera vez desde que comenzó a interpretar a Cirilla, se permitió visualizar un futuro sin The Witcher. Y es fácil entenderlo: la tercera temporada fue complicada a nivel emocional y creativo, y la salida de Henry Cavill parecía el golpe final.

Pero, al final, decidió quedarse. Y lo hizo —según explica— porque sintió que podía honrar el legado de su compañero. Si Henry Cavill había sido el defensor acérrimo del canon, ella podía convertirse en la guardiana de esa energía dentro del rodaje.

Lo que habría significado perder a Cirilla

Si Freya Allan hubiese dejado The Witcher, la serie habría entrado en un territorio casi irreparable. Cirilla no es solo una protagonista: es el centro del destino del Continente, la razón por la que Geralt se mueve, por la que Yennefer se sacrifica, por la que los reinos chocan. Sin ella, el proyecto habría requerido reestructurar todo su corazón narrativo.

Por suerte, Allan continúa, y Liam Hemsworth recogerá el testigo de un Geralt que deberá reinventarse no solo ante la cámara, sino también dentro del fandom… (y que parece que no esta consiguiendo)

La continuidad de Ciri es vital, no solo porque es una de las protagonistas, sino porque toda la saga literaria y del juego gira alrededor de su destino. Perder a Geralt ya es duro; perder también a Ciri habría sido prácticamente un reboot encubierto.

Mientras tanto, en los Reinos del desarrollo…

En paralelo, CD Projekt Red refuerza el equipo de The Witcher 4 con uno de los desarrolladores veteranos de Baldur’s Gate 3, una señal clara de que el estudio quiere elevar el listón narrativo y técnico de la próxima trilogía. Eso sí: nada de esperar el juego para 2026; el calendario se mantiene firme en un plan a seis años.

Eso es todo amigos del Continente.

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Esta noticia está escrita por Jose Miguel Sanchez y editada por Fran Molinez.